Con maniobras a ser ejecutadas por la fuerza naval de los EUA "intentará" derribar el satélite espía dañado, el cual pesa 2.5 toneladas, antes de que se desplome de su órbita, porque el combustible del cohete contiene gran cantidad de material toxico aunque, se presume, no radioactivo. Se espera que esta tarea se de en horas diurnas para que los remanentes de la nave se incineren más fácilmente con los rayos del sol al momento de entrar a la atmósfera.
Funcionarios del pentágono lo han señalado así, el pasado jueves. La operación será realizada por una nave de la Marina de Guerra que disparará un misil modificado especialmente para la tarea, que se asemejará a lanzar la cabeza nuclear de un misil balístico, cuando el satélite comience a reingresar a la atmósfera y se encuentre a unos 200 km arriba.
El gobernante de los EUA ordenó a los militares derribar este satélite, porque "hay posibilidades de matar o de lesionar seres humanos, a pesar que ese riesgo esté asociado normalmente a la caída de los satélites y de otros objeto espaciales, si es que podemos decirlo de esa manera," dijo el Consejero de Seguridad Nacional.
Un oficial del Estado Mayor Conjunto, del Cuerpo de la Marina, dijo que hay "una ventana de la oportunidad" para poder derribar el satélite antes de que se incorpore la atmósfera terrestre, ventana que, estará abierta dentro de los tres o cuatro días próximos y que durará abierta unos siete u ocho días como máximo. Si el primer tiro fallara, habrá suficiente tiempo para hacer un segundo intento, antes de que el satélite se incorpore la atmósfera terrestre, ya después será imposible darle con un disparo, debido a las perturbaciones atmosféricas, así lo ha dicho el general.
La operación será al estilo de aquellos primeros juegos para Atari como lo era "Invaders" donde se debía derribar las naves alienigenas mientras ingresaban al espacio y antes que llegaran a tocar tierra.
Si el satélite no puede ser interceptado, caerá fuera de control, en la atmósfera, a principios del próximo marzo.
Interpretando el mapa obtenido de Heavens Above, muestra que parte de la órbita de este satélite está sobre los cielos de nuestro país, Panamá.
Obviamente, esta nota no es con el afán de crear pánico ni nada parecido. Se supone que la intención de derribarlo es para que los escombros sean mínimos y que además caigan sobre el mar. Tampoco se espera que esta órbita sea permanente ya que el mismo viene bajando sólo producto de su falla.
Cuáles son los riesgos?
Afortunadamente, el riesgo para las personas en tierra son extremadamente bajos. Nuestro planeta es grande y dos tercios de este está cubierto por los océanos. La mayor parte de la nave se debe quemar al momento de entrar a la atmósfera aunque pueden quedar intactos algunos pedazos de tamaño considerable y que pudieran causar algún daño.
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