martes, 1 de abril de 2008


EL DILEMA DEL TRANSPORTE PUBLICO
(en la ciudad de Panamá)
y el poco me importa de los usuarios


Por mucho tiempo ha estado "gravitando" sobre la ciudadanía el problema del transporte público colectivo (autobuses). Anteriormente los autobuses en la ciudad de Panamá operaban bajo líneas privadas. Todo era en orden. Los buses eran de un mismo color por rutas, incluyendo las del interior como Arraiján, La Chorrera y Capira. Luego, en un gesto de pura demagogia, durante en los inicios de la dictadura militar (1964-1989) se entrega a los conductores de autobuses de la ciudad capital (luego a los de los distintos pueblos del interior) el derecho a ser el dueño de su cupo y así tener una herramienta propia (no se si se le llamó algo así como "machete") para su sustento.

Al transcurrir algunos años ya estos señores no se conformaron con "el cupo" sino que querían cupos. Los cuales fueron obteniendo con diversas artimañas y apoyo de legisladores y ministros. Terminando algunos con una flota de autobuses. Ahora ya la empresa es privada. Ellos no los manejan en su lugar tienen a los llamados "palancas". Personajes que por necesidad de completar la cuota diaria, cubrir el combustible y sacar algo para su casa, no les importa con la vida de las personas que transportan.

Porque el mote "diablos rojos"? Porque son los causantes de muchos accidentes (yo no lo llamaría accidentes pues accidente es "Suceso eventual o acción de que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas") y muertes en las vías del país. También, en parte, son los causantes de los tranques que se viven en la ciudad y algunas ciudades cercanas a la capital. Esto último por el manejo desordenado que tienen, ya que hacen parada en cualquier lugar, bloquean las intersecciones, atraviesen el autobús en la parada para no dejar adelantar al que les antecede, etcétera, etcétera. Se ha detectado que algunos conducen bajo la influencia de drogas. Algunos de los que están envueltos en accidentes fatales no tienen la licencia ni la idoneidad para conducir estos vehículos. Se le suma a esto la forma en que tratan a las personas demostrando una falta de cultura.

Como vemos en el párrafo anterior todo es cuestión de su mala actitud. Por consiguiente para aliviar este mal y antes de que se pueda lograr un moderno medio de transporte masivo (que no pueden ser buses articulado porque sería más de lo mismo - caos en la ciudad -), se deben aplicar medidas como:
-funcionen en base a horarios.
-en paradas determinadas, por rutas. (No se puede continuar con paradas cada 50 metros).
-los usuarios de áreas específicas deben abordar los buses de acuerdo a la conveniencia de la parada a donde debe llegar.
-puntos de control para verificar cumplimiento del horario y ruta
-control de salida (por inspectores) que verificarán antes de que el autobús comienza a tomar los pasajeros que está en condiciones mecánicas aceptables.
-En cada "piquera" se debe llevar un control automatizado de la vigencia del seguro del autobús, licencia del conductor, registros de la matrícula o cupo del vehículo.

Adicional a estas medidas, que son simples, los usuarios deben aprender a:
-abordar el autobús en los sitios marcados para esto,
-reportar las malas practicas que demuestre el conductor,
-pedir la parada a tiempo y en el lugar correcto,
-descender del bus cuando este este completamente detenido.

Las autoridades, por medio de sus agentes,
-aplicar lo que la ley faculta,
-olvidar que es amigo del conductor o de los dueños del autobús o de los cupos (entiéndase ex-militares, diputados, autoridades civiles , etc. etc.),
-hacer cumplir el pago de la infracción que cometa el conductor en el plazo de una semana.

Para terminar y respecto al apéndice del título de esta nota, ...."y el poco me importa de los usuarios"..... solo debo decir que da pena que ante la convocatoria que se hizo para el pasado domingo 30 de marzo solo hayan asistido a la manifestación de repudio hacia los "diablos rojos" solo un puñado de personas. En donde, como ya sabemos muchos no eran usuarios pero si quienes se quieren aprovechar de estos momentos en que se nota el descontento generalizado de la población.








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