las encuestas
por:
Manuel Castro Rodríguez
castroeducacion@yahoo.es
Soy un ferviente defensor de las encuestas, cuando se realizan científicamente. Se dice que las estadísticas no mienten, que los que mienten son los estadísticos. Lo digo con conocimiento de causa, ya que soy catedrático de Economía y de Estadística.
En 1898, cuando faltaba poco para que el pueblo cubano pudiese lograr la independencia de España, Estados Unidos intervino en la guerra hispano-cubana, con el objetivo de apoderarse de Cuba.
La mortalidad en la Marina norteamericana, durante los pocos meses en que intervino en esa guerra, fue de 9%. El de la población civil de Nueva York durante el mismo periodo, fue de 16%. La campaña para reclutar voluntarios para la Marina utilizó estas cifras, para argumentar que era más seguro estar en la Marina que en tierra firme.
Piense un momento, para que vea que esta comparación no tiene sentido, al menos en cuanto a la conclusión deducida por los encargados del reclutamiento. La Marina está compuesta principalmente, por jóvenes que gozan de buena salud. La población civil incluye a niños, viejos y enfermos, los cuales tienen una mortalidad más elevada, estén donde estén. Estas cifras no demuestran que los hombres que se enrolaban en la Marina vivían más. Tampoco prueban lo contrario. Sencillamente, estos grupos no son comparables.
Hago mención de esto, dado que con la información que me brindan los periódicos, no puedo decir si los resultados de las encuestas son ciertos o no.
Jaime A. Porcell, investigador de mercados, escribió ‘Verdad oficial’ y encuestadoras, publicado en La Prensa, el 20 abril. Expresó Porcell: “Una Balbina ‘de corazón’ supo sacar beneficio de la campaña negativa. Y con una inversión publicitaria humilde e inteligente trepó al primer lugar y dejó atrás a Martinelli”.
Según la Real Academia Española, humilde se deriva de humildad, que en su primera acepción significa “Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”.
Balbina Herrera –que se llamaba Balbina de Periñán, cuando era una destacada colaboradora de la narcodictadura- tiene muchas debilidades y limitaciones. Nos dice la antropóloga Brittmarie Janson Pérez: “Además de las Fuerzas de Defensa, los residentes del densamente poblado sector de San Miguelito tenían un control adicional: las pandillas paramilitares encabezadas por la alcaldesa de San Miguelito, Balbina de Periñán, su esposo, Virgilio, y los legisladores del PRD y PALA, Luis Gómez y Harmodio Icaza (La Estrella, 1 de septiembre 1987:11,12)”. Cuando faltaban pocos meses para que se acabara la narcodictadura, le hicieron una apología a Balbina que puede leerse en: http://gdialogociudadano.com/index.php?option=com_content&task=view&id=2053&Itemid=45.
¿Es una campaña negativa o verdades que duelen, Sr. Porcell? ¿Balbina no decía “civilista visto, civilista muerto”? ¿No se le siguió proceso penal por el crimen del Sr. Baules? ¿No fue señalada por la desaparición de la estatua de Roosevelt? ¿No fue mencionada en el caso CEMIS? ¿No fue citado Hugo Torrijos, el jefe de campaña de Balbina, en el caso PEC? ¿Balbina no fue la promotora de la ley que encareció los medicamentos?
Durante la administración Torrijos, se ha deteriorado significativamente nuestra calidad de vida. Balbina ha sido la figura más prominente del actual gobierno, por lo que tiene una buena cuota de responsabilidad en ese deterioro.
Durante el gobierno de Torrijos, se ha agudizado el caos en la capital, donde en 2007, el MIVI -dirigido por Balbina- aprobó permisos de construcción por un valor superior a los 2 mil millones de balboas, sin que se haya creado la infraestructura necesaria para ello. En una ciudad donde la escasez de agua ya es crítica, estas nuevas construcciones provocarán una mayor escasez en la población de menores ingresos, ya que los nuevos edificios tendrán grandes depósitos de agua.
Gracias a los cambios de zonificación (cambio de uso de suelo) en San Francisco, Bethania, etc. -autorizados por el MIVI-, y la construcción de edificios en Punta Pacífica y rascacielos en la avenida Balboa, habrá un aumento en la cantidad de personas por hectárea, sin que se haya creado la infraestructura necesaria, o sea, sin tener el correspondiente aumento en la capacidad de acueductos, alcantarillados, avenidas, aceras, energía eléctrica, etc.
Balbina, en vez de solucionar los problemas habitacionales y urbanísticos, los ha incrementado, gracias a que ha sido muy complaciente con los promotores, algunos de los cuales están planeando rellenar las áreas inundables y parte del manglar existente entre Costa del Este y el aeropuerto, para construir casas, campos de golf y parques industriales.
Se está revaluando la zonificación del área, la cual actualmente protege los manglares y áreas inundables, para permitir el desarrollo en los humedales costeros.
¿Balbina no ha demostrado con creces su desinterés en solucionar los problemas habitacionales y urbanísticos del país?
La costosa campaña publicitaria de Balbina ha sabido eludir toda referencia a su pasado norieguista y a su pésima actuación como Ministra, pero no es “de corazón”, dado que “la palabra es para decir la verdad, no para encubrirla”, Sr. Porcell.
- El autor es catedrático.