A los panameños nos están "achicando" el bolsillo. Y es que cada día hay nuevos anuncios de "aumentos en los precios" de productos y servicios. Recientemente subieron los precios de la leche y unos días antes el del arroz (rubro este de preferencia en la dieta del panameño). Hoy, además del alza en el precio del galón de gasolina también nos anuncian el del peaje en los corredores (o autopistas). Específicamente el del denominado "corredor sur ". Aunque se anuncia que el aumento es de 10% en algunos tramos realmente será de 25%. En el tramo que cuesta $1.00 ahora se pagará $1.25. Será que el administrarlo funciona con petróleo?
Pero qué hace que uno se sienta "robado". Que la vía en si no es digna de llamarse "autopista" son carriles estrechos y su superficie de rodamiento no es uniforme. A las horas "pico" los tranques son casi iguales a los de las avenidas y calles normales igual que cuando se dan accidentes.
Lo peor de todo es que todo ese ingreso que reciben los dueños de estos corredores no se queda en el país sino que se va al extranjero toda vez que estas empresas no son nacionales. Eso sin mencionar los beneficios que recibieron con las tierras que les dieron a cambio de la construcción y donde han sacado millones y millones de dólares de ganancia.
El gobierno dice que no se puede hacer nada para evitar los aumentos pues los mismos fueron pactados en el acuerdo de concesión y que, prácticamente, debemos dar gracias que no subieron un 100%.
Queda claro que los "negociadores" de Panamá no están en nada pues todos los beneficios en un contrato son para la otra parte. "Que malos negociadores". No solo del gobierno actual sino de todos los que han pasado por el poder.
La otra excusa es "la seguridad jurídica", pero para los extranjeros y a los panameños "que nos coma el tigre".
Pero qué hace que uno se sienta "robado". Que la vía en si no es digna de llamarse "autopista" son carriles estrechos y su superficie de rodamiento no es uniforme. A las horas "pico" los tranques son casi iguales a los de las avenidas y calles normales igual que cuando se dan accidentes.
Lo peor de todo es que todo ese ingreso que reciben los dueños de estos corredores no se queda en el país sino que se va al extranjero toda vez que estas empresas no son nacionales. Eso sin mencionar los beneficios que recibieron con las tierras que les dieron a cambio de la construcción y donde han sacado millones y millones de dólares de ganancia.
El gobierno dice que no se puede hacer nada para evitar los aumentos pues los mismos fueron pactados en el acuerdo de concesión y que, prácticamente, debemos dar gracias que no subieron un 100%.
Queda claro que los "negociadores" de Panamá no están en nada pues todos los beneficios en un contrato son para la otra parte. "Que malos negociadores". No solo del gobierno actual sino de todos los que han pasado por el poder.
La otra excusa es "la seguridad jurídica", pero para los extranjeros y a los panameños "que nos coma el tigre".
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